Al servicio del grupo

 De Normandía hasta el Jura, Anaïs Bescond tiene un destino atípico. Casi quince años después de sus inicios en una Copa del Mundo, se ha forjado un palmarés excepcional al convertirse en una de las líderes del equipo francés de relevos.

DE LA CAMPIÑA NORMANDA AL ALTO JURA

En principio, nada hacía presagiar un destino así para Anaïs Bescond. Nacida en Calvados, en plena campiña normanda, la familia Bescond se marcha con sus maletas al Jura cuando Anaïs era solo una niña. A los 5 años debuta en las pistas del Alto Jura. Empieza otra vida. Anaïs Bescond consigue un puesto en el equipo de Francia Júnior y se lleva cinco medallas, tres de ellas en relevos. Debuta en la Copa del Mundo en la temporada 2007 en la mítica etapa de Oslo. La biatleta Julbo continúa su camino y encuentra su sitio en el panorama de biatlón francés. En diciembre de 2020 firma su primer resultado concluyente con un quinto puesto en el sprint de Pokljuka. A principios de enero de 2011 en Oberhorf sube por primera vez al podio de la Copa del Mundo de relevos. La historia está en marcha.

ESPÍRITU DE EQUIPO

Una década más tarde, el balance es brillante: 32 podios con el relevo femenino y 9 podios en relevo mixto. Enorme.  «Hubo bastantes medallas, pero también bastantes reveses. Prefiero acordarme de las victorias que de las vueltas de penalización, pero a menudo hemos tenido buenos relevos. Subir al podio por equipos siempre es agradable», confiaba al recordar su historia personal con el relevo francés. Enero de 2014, el magnífico valle de Antholz marca su momento de gloria personal, porque «Nanas» —así es como la llaman— gana el sprint de la etapa italiana. En 2018, vuelve de los Juegos de Pieongchang con tres medallas al cuello. El oro de relevo mixto, el bronce de relevo femenino y de persecución. Una gran recompensa para una atleta que ha dedicado su carrera al colectivo galo. Un colectivo galo donde hoy es ya toda una experta. Es una de las personas clave de la vida del grupo azul. «Una chica como ella nos empuja a superarnos porque siempre está tratando de avanzar, rascar pequeños detalles», explica Simon Desthieux.

A Pekín se marchará para una nueva campaña olímpica, la tercera de su carrera, con una gran ambición personal, pero también colectiva como parte del equipo francés, donde hoy es una de las líderes.