¿Qué pasa por la cabeza de un biatleta?  A saber... ¿Qué es lo que te lleva de los honores del podio a los purgatorios del anillo? Si conoces la respuesta, a Julia Simon podría interesarle. A sus 25 años, la biatleta de Les Saisies lo ha vivido todo. Lo peor y lo mejor.

UNA PRIMERA VICTORIA A LOS 23 AÑOS

La biatleta Julbo viene de la meseta de Les Saisies. Treinta años después de los Juegos Olímpicos de Albertville, el esquí nórdico forma parte de la cultura local. Aquí, en esta tierra de Beaufortain, las generaciones se han ido sucediendo siempre con la misma pasión en la punta de las espátulas. Julia Simon creció en esta tierra cargada de historia. A sus 21 primaveras, durante el invierno de 2017 consigue su billete para la Copa del Mundo. Y la saboyarda no se lo piensa ni un segundo. Sobre los esquís, sobre la plataforma de lanzamiento. En unas semanas, su destino da un giro. 5 de diciembre de 2019: primer podio con el 3.^er puesto de la prueba individual de Ostersünd. 14 de marzo de 2020: victoria en la carrera de Kontiolathi. Esa temporada termina 8.ª del mundo. Se anuncia un futuro radiante. Con un título de Carpintería, pasión que comparte con Simon Desthieux (otro biatleta Julbo), repite el invierno siguiente imponiéndose en la mass-start de Oberhof.

LA DUDA Y, DESPUÉS, LA LIBERACIÓN

Julia Simon se afirma en la mass-start. Ahí es donde más intenso es el enfrentamiento. Más espectacular. Pero al principio del invierno de 2021, la máquina se bloquea. No lo entiende. Las palabras que lanza en sus redes sociales son fuertes: «Tengo la impresión de estar en medio de una tormenta, estoy atrapada en la vuelta de penalización y no encuentro la salida... No tengo palabras y de momento tampoco la solución.» La liberación llega en diciembre ante el público fervoroso de Grand-Bornand: segunda en la Mass-Start y en la carrera. Una vez de vuelta, en su cerebro ya no hay ni rastro de negatividad. «Con un público así buscas recursos.» A mediados de enero, termina el trabajo de sus amigas de relevos y enarbola la bandera tricolor en la última línea de Ruhpolding. A sus 25 años, Julia Simon sigue aprendiendo. Y este invierno será su comienzo en el mundo olímpico. Con las dudas bien lejos. Lista para una gran aventura.